El libro está compuesto por textos que buscan el diálogo entre la Criminología y las diferentes perspectivas teóricas relacionadas con la crítica al racismo y la Criminología Crítica. Se trata de incorporar un conjunto de temas y problemas planteados por una producción científica creciente y por voces de denuncia contra la violencia racista del sistema penal. Presenta un esfuerzo por construir una Criminología del Sur, desde el Sur, y basada en problemas pensados con una mirada crítica sobre las élites intelectuales transnacionales. Discute la colonización en la formación y en el desarrollo del pensamiento brasileño en el campo de las ciencias penales. Trata de la relación histórica que subyace al uso de la raza como factor criminógeno. En el enfrentamiento entre perspectivas que enfatizan la recepción de teorías extranjeras y otras que destacan el carácter creativo de la apropiación local, el autor resalta el carácter colonial del saber criminológico. Proporciona una comprensión de la política de drogas y la racialización del sistema de justicia en Brasil desde la década de 1990.
