Dabulamanzi es un joven zulú de catorce años que vive junto a su madre en un poblado de Kwazulu. Su padre murió antes de nacer él y ni siquiera le está permitido hablar de ello. Su madre tuvo gemelos, pero bajo las normas del poblado su hermano fue asesinado al nacer por tener una malformación en la piel, una pequeña mancha blanca en la frente. Ahora, su madre está casada con el jefe de su poblado.
Dabulamanzi se está preparando para ser el ubidi, o criado, de su hermanastro, Dambuza. El siguiente paso en su formación como guerrero era el de ser cadete y luego sería reclutado por el gran rey para formar parte del ejército zulú.
Sin embargo, el destino de Dabulamanzi cambia cuando, tras matar a un leopardo con una mancha en su frente, cae muy enfermo. Un isangoma (médico y chamán zulú) le cura y descubre en Dabulamanzi un don que sólo los isangomas poseen. A partir de aquí, el chico emprende un viaje que le sirve de aprendizaje para convertirse en isangoma. Durante su viaje, el muchacho llega a un poblado de herreros, donde uno de los hombres conoce la verdad sobre su padre. También en el transcurso de este viaje, Dabulamanzi conoce a una chica, Zwida, de la que se enamora, y a un chico inglés, Andrew, del que se hace muy buen amigo.
Dos años más tarde, Dabulamanzi regresa al poblado convertido en un auténtico isangoma. El gran rey Cetiwayo, entre cuyo harén de mujeres se encuentra Zwida, con la que se va a casar próximamente, le convierte en su isangoma y en su confidente. Poco después, Dabulamanzi le comunica al rey que ha tenido una visión en la que los ingleses asediaban la tierra de los zulúes. Al principio, Cetiwayo no le cree, pero dos años más tarde, la guerra con los ingleses comienza.
Aun siendo ganada por el ejército zulú, muchos mueren durante la guerra, entre ellos amigos y familiares del joven isangoma. Cuando termina la guerra, Dabulamanzi ve a su amigo Andrew malherido en el campo de batalla y le ayuda. Para devolverle el favor, Andrew acompaña al joven zulú al poblado de los herreros, para que éste averigue la verdad de su origen. Allí se entera de que su padre era Malohe, apodado "el Leopardo", un respetado comandante del ejército zulú y un buen hombre, que fue asesinado por el actual rey, Cetiwayo.
Dabulamanzi vuelve en busca del rey, pero en lugar de matarle, se lleva a Zwida con él y, como venganza, le vaticina al monarca otra invasión inglesa que acabará con su pueblo. Al poco tiempo la predicción del muchacho se cumple y el pueblo zulú es extinguido. Dabulamanzi emprende una nueva vida junto con su madre, Zwida, Andrew, Silwana (la mujer de su hermano fallecido, Umuthi) y su hijo.
