La melancolía de los inocentes es una travesía a lo largo de un siglo por las vidas de una familia del sur de Francia. Seres anónimos de un álbum familiar que se hojea antes de que los recuerdos se eclipsen en la mente de Victorin Jouve. Internado en un hospital, abocado a la muerte sin descendencia, sin que nadie vaya a retener la memoria de los suyos, reconstruye las vidas de sus antepasados recordando las historias que su abuela Rosalie le contaba cuando era niño para aliviar sus largas noches de insomnio e inmovilidad. Una historia que se remonta a las Cruzadas y a la época de san Luis y que continúa en el siglo pasado a través de las vivencias, opulencias y miserias de su familia, desde el tatarabuelo Saturnin, que hace fortuna como cuatrero, a los sentimientos encontrados del propio Victorin hacia su madre; un periplo a caballo entre Italia, el sur de Francia y Estambul; salpicado por las incidencias, directas o indirectas, de Bakunin, Rodin y Cellini.Milovanoff, con una prosa concisa y poética, estructura una novela de saga con final sorprendente; una obra intensa y llena de emociones. Entre el humor y la melancolía, entre la ternura y la ironía, entre el sentimiento de esperanza hacia un futuro incierto y la nostalgia de un pasado marchito, el autor recrea un período periclitado a través de unos seres corrientes, de vidas frágiles y poco comunes, como si fuera la última fotografía que se ve de alguien antes de caer en el olvido. El conocido crítico francés Bernard Pivot valoró La melancolía de los inocentes, a la hora de darle el premio Roman France, como «una novela de calidad de un autor que construye sus obras sin tener en cuenta las modas al uso».
