La modernidad tipográfica en España excede los movimientos que la Historia en mayúsculas ha encasillado en el período que abarca las seis décadas que van desde 1880 hasta 1939. El modernismo y el novecentismo catalanes fueron los dos movimientos más reconocidos. Hubo otros. Aislados, como el caso de Canarias. Más engrazados , como Valencia y Madrid. Pero siempre exponentes de un deseo compartido de modernizar una España anclada en el incensiario y la sotana, pero al mismo tiempo pigmentada de modernidades individuales. El lector encontrará en estas páginas posicionamientos ideológicos, manifiestos y rupturismos que fueron aprovechados con fines políticos, a los que muchos incautos solo se han acercado desde la óptica de blancos y negros sin apenas matices. Escrito con rigor, la autora, sin falsos espejismos ni rehechuras, recorre revistas, libros, carteles, técnicas y manifiestos de una época con evidentes muestras de modernidad en el diseño gráficoà y que primero la dictadura de Primo de Rivera retrasó, y después la de Franco definitivamente truncó.
