La irrupción en las letras hispanoamericanas del joven Mario Vargas Llosa se produce con un libro de cuentos, Los jefes (1959), que gana el premio Leopoldo Alas y se publica inmediatamente en una editorial de Barcelona. Instalado en París, donde trabaja para la agencia France-Presse, empieza a escribir la que sería su primera novela, ganadora del premio Biblioteca Breve que otorgaba Seix Barral, La ciudad y los perros (1963). A esta novela, que le situó como uno de los más destacados representantes de los que sería conocido como el «boom» latinoamericano, le siguió otra obra de gran ambición y de una complejidad técnica considerable, La Casa Verde (1966), que ya le consagró como uno de los grandes creadores del idioma. La novela breve Los cachorros (1969), que escribiera para la editorial Lumen, que dirigía Ester Tusquets, y en la que figura otro de sus personajes inolvidables, Pichula Cuéllar, completa este volumen, en el que también se incluye, como apéndice, la conferencia Historia secreta de una novela, que narra la gestación de su novela La Casa Verde. El prólogo del propio Mario Vargas Llosa, «Contar historias», que encabeza el volumen, ha sido escrito expresamente para esta edición de sus obras completas, y es un bellísimo texto que resume su vocación literaria: «contar historias que, sin serlo, parecieran una representación de la vida y tuvieran a los lectores, anhelantes, ávidos, por saber qué, qué pasó después».
