Este libro invita al lector a un riguroso, sugestivo y ameno recorrido histórico por los rasgos generales de la alimentación de los gallegos, desde la época castreña hasta nuestros dias. Un vívido mosaico de la "varia gente" -en palabras de Alvaro Cunqueiro- bocada al duro trabajo de obtener los recursos con los que sobrevivir, resistiendo el asedio de la penuria y la malnutrición, cuando no lisa y llanamente el fantasma del hambre -que en Galicia, según se decía, "entraba nadando", por el exceso de pluviosidad -y que marcaba la existencia cotidiana con el permanente sino de la inseguridad. La obra presta particular atención a la situación de la mujer, especialmente discriminada también en este terreno, obligada a cocinar en lareiras y cocinas de hierro haciendo de la necesidad virtual, para que toda la familia pudiese subsistir con unos recursos muy escasos, que a veces no iban más allá de unas pocas berzas, unto, tocino y papas de maíz. Galicia, finisterre europeo y al propio tiempo encrucijada y polo de atracción multisecular de la peregrinación jacobea, ocupa una posición estratégica en el arco de los países atlánticos. Tal vez por ello su dieta ostenta un cierto carácter paradigmátaico, de modo que la historia de la alimentación que se examina en esta también acerca de la evolución de la dieta atlántica.
