El teatro para la infancia y la juventud del s. XXI viene marcado por un claro impulso de la mujer, si bien no está todav¡a en el punto que deber¡a en términos de paridad. Por ello, recursos como estelibro se hacen esenciales para que se puedan encontrar, utilizar y disfrutar las creaciones femeninas para las jóvenes audiencias: bien como objeto de estudio, bien para ponerlas al servicio de la infancia. Los públicos jóvenes tienen el derecho a crecer con una literatura en la que la mujer no tenga un papel secundario, ni como creadora ni como protagonista. Solo as¡ desarrollarán un imaginariomás igualitario en el que poder proyectarse.
