Aunque Freud y Husserl no tuvieron contacto alguno durante su vidas, son múltiples las resonancias entre el psicoanálisis y la fenomenología. La apuesta de esta obra es escucharlas y provocar un diálogo que explore los avatares de la subjetividad. La autora parte de la idea de que la subjetividad se teje a partir de los encuentros y desencuentros con el otro y el mundo, revelando así sus implicaciones éticas y políticas.