El eje fundamental de la obra descansa en el dato incuestionable de que las sociedades más avanzadas son aquellas que destinan más recursos a la educación superior universitaria y a la investigación. Situar la generación, transmisión y transferencia del conocimiento en el centro de la actividad económica y social de un país es siempre garantía de un mayor desarrollo. Y las universidades son elementos clave en ese proceso. Sin embargo, muchos ciudadanos desconocen el papel tan importante que la universidad juega como motor de su bienestar.