Lejos de esgrimir fórmulas panfletarias en el estilo de las demandas afines de los grupos contraculturales, el autor presenta una disquisición filosófica formal, apoyada por un conocimiento profundo de los aspectos involucrados en el tema de las drogas y sus aspectos jurídicos, desde la acción de los agentes activos de ciertas sustancias en el organismo humano, hasta las implicaciones sociales que derivarían con su uso reglamentado.
